Al momento de contratar un seguro de vida, es importante designar beneficiarios, estos beneficiarios deben aparecer en la póliza de seguros y al momento de firmar debes asegurarte de que los nombres estén bien escritos, sin faltas de ortografía o datos erróneos, esto con la finalidad de facilitar que los beneficiarios cobren los beneficios del contrato. Si quieres saber más sobre los beneficiarios de seguros, continúa leyendo.
¿Qué son los beneficiarios de seguros?
Un beneficiario es la persona designada por el asegurado para recibir los beneficios del contrato de seguro en el momento en que ocurra el riesgo fijado en la póliza de seguro.
En otras palabras, el beneficiario es la persona o persona moral que recibirá los beneficios o la suma asegurada fijada en la póliza de seguro, cuando el riesgo ocurre.
Importante.
Lo primero que debes hacer después de comprobar las coberturas y exclusiones de un contrato de seguro de vida es designar a los beneficiarios de seguro, evita dejar esto para después.
¿Quiénes pueden ser beneficiarios de seguros?
Cualquier persona puede ser beneficiario de seguro, no hay un impedimento que prohíba la designación de un beneficiario, los beneficiarios generalmente son los padres, las parejas y los hijos. Pero también pueden designarse amigos o compañeros.
Además de las personas físicas como los padres o hijos, también pueden designarse personas morales como pueden ser organizaciones benéficas, sociedades sin fines de lucro, etc.
¿Quiénes no pueden ser beneficiarios de seguros?
Como ya lo vimos en el párrafo anterior, cualquier persona puede ser beneficiario de seguro, pero es importante mencionar que los menores de edad pueden ser designados como beneficiarios, pero NO pueden cobrar los beneficios de un seguro sin son menores de edad. Por eso lo mejor es no designar a menores de edad para evitar cualquier complicación a la hora de cobrar la suma asegurada.
También es importante NO designar a responsables de entrega, esto quiere decir, a personas que solo sean responsables de recibir la suma asegurada para después entregarla a otra persona, ya que no hay ninguna ley que obligue a la persona que recibe los recursos a entregarlos.
Por ejemplo:
Imaginemos que el beneficiario es un niño, pero al ser menor de edad se designa a un adulto para que reciba los recursos y posteriormente entregue los recursos al niño. Al momento de que el adulto reciba los recursos, no está obligado a entregarlos al niño, ya que el beneficiario es él.
¿Qué pasa si no se registra un beneficiario de seguro?
Si al momento de firmar un contrato de seguro de vida, no se asigna a un beneficiario, lo primero que se debe hacer es asignar uno.
Si los hechos plasmados en el contrato de seguro ocurren y no se asignó a un beneficiario, la suma asegurada queda a responsabilidad de la institución aseguradora. Esto no quiere decir que los recursos le pertenecen a la aseguradora, simplemente con base en sus términos y condiciones asignan los recursos.
Por ejemplo, hay instituciones de seguros que establecen en sus términos y condiciones que al no haber un beneficiario designado los recursos pasan directamente al beneficiario directo del asegurado, que puede ser una esposa o esposo o los hijos menores de 18 años.
También se puede establecer en los términos y condiciones de la aseguradora que al no haber un beneficiario designado, los recursos pasen directamente al patrimonio del asegurado, esto es, si el asegurado antes de fallecer tenía un patrimonio como puede ser una cuenta de débito, los recursos pasan a ser parte de ese patrimonio, hasta que los recursos sean repartidos como parte de una herencia.
¿Se pueden cambiar los beneficiarios?
La respuesta es sí, los asegurados pueden cambiar de beneficiarios en cualquier momento. Pero es importante leer los términos y condiciones del contrato de seguro.
